“Este es el momento indicado para emprender en el país. Es más, ni siquiera escuchen la siguiente conferencia. Salgan y emprendan”, dijo entre risas Chris Rogers, cofundador de Nextel y socio de la firma inversionista en tecnología Lumia Capital, durante la 5ª Conferencia Endeavor realizada ayer en Bogotá con alianza de Foros El Espectador. Allí, 15 ponentes nacionales e internacionales con vasto conocimiento en la creación, el crecimiento y la internacionalización de empresas se hicieron presentes para poner sobre la mesa el emprendimiento.
Personas como Álex Torrenegra, en su tiempo uno de los niños genios del emprendimiento del país, compartieron sus experiencias, que han estado caracterizadas por saber aprovechar la buena hora de los nacientes empresarios colombianos. Torrenegra, junto con su esposa, fue el creador de Voice Bunny, una plataforma que reúne más de 100.000 voces profesionales en 50 idiomas a las que grandes como Pixar han acudido para los doblajes de sus películas.
Otro de los que han sabido valorar la “evolución importante en el ecosistema de emprendimiento en Colombia”, según Adriana Suárez, directora ejecutiva para Colombia de Endeavor —compañía que apoya proyectos exitosos de alto impacto alrededor del mundo—, es Jorge Nazer, fundador de la multinacional chilena Grupo Alto.
Esta compañía nació como una solución al robo hormiga, es decir, aquellos hurtos en pequeñas cantidades en supermercados y que, según una encuesta de fraude en Colombia realizada por la auditora KPGM, deja al comercio pérdidas anuales de $7,35 billones.
Hoy Grupo Alto, nacida en la Patagonia, ha desarrollado estrategias de prevención, disuasión y persecución penal de delitos y fraude en sectores diferentes al retail, como la salud y la minería. Colombia fue el primer destino internacional al que llegó el emprendimiento de Nazer y el país en donde se convirtió en un proyecto de alto impacto apoyado por Endeavor.
El ejecutivo chileno dejó claro al auditorio que todo emprendimiento exitoso es uno que también tiene un propósito social, para resolver problemas. También, señaló, es clave entender que a la hora de internacionalizarse la cultura y, por ende, los procesos en los nuevos mercados serán diferentes a los del país de origen.
“Un sí en Chile es inmediato; en México puede ser de meses y en Colombia pueden ser días o semanas”, afirmó. Con miras al éxito, en los destinos por incursionar, contó el empresario, hay que adaptarse a lo que, en el caso de este país, fue la “colombianización”.
Por su parte, Adriana Cisneros, CEO del Grupo Cisneros de Venezuela, contó a los asistentes que “para la internacionalización es indispensable lo que en inglés se conoce como boots on the ground”. En los mercados en los que se quiera participar, agregó, “se necesita capital humano que sea tu representante. Si tu plan es la expansión internacional, se tiene que asegurar que los colaboradores estén dispuestos a tomar un avión y pasar mucho tiempo en el exterior”.
Además, los expositores compartieron nociones alrededor de la importancia de fracasar siendo emprendedor. “Comete errores y comételos rápido”, dijo el fundador de Grupo Alto. Sin embargo, para Cisneros, el concepto de fail fast (fracasa rápido), arraigado en la cultura emprendedora norteamericana, no es un “lujo” que los latinoamericanos se puedan dar muy seguido. “El ecosistema no es tan robusto, se acaban los recursos. Fallar está bien, pero no lo apuren”, concluye.