La vicepresidenta y canciller colombiana, Marta Lucía Ramírez, defendió este martes la respuesta de su Gobierno a las protestas en el país y los avances logrados en el proceso de paz frente a algunas críticas recibidas en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La sombra de las movilizaciones que arrancaron el pasado 28 de abril dominó la reunión trimestral de este órgano para pasar revista a la implementación del acuerdo de paz sellado en 2016 con las FARC, en la que hubo Estados miembros que se mostraron muy preocupados por la situación en Colombia.
Algunos, como Rusia, vincularon directamente las protestas con la falta de avances en el proceso de paz y la degradación de la situación de seguridad en zonas del país, mientras que otros condenaron las muertes durante las manifestaciones, haciendo referencia al informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que denunció un uso excesivo de la fuerza por parte del Estado.
Ramírez, en su discurso, rechazó esas posturas e insistió en que las movilizaciones no responden a problemas en la implementación del acuerdo de paz, sino a las dificultades creadas por la pandemia de la covid-19.
RAMÍREZ VINCULA PROTESTAS Y ELECCIONES
Ramírez, además, sugirió que las protestas están vinculadas al menos en parte con las próximas elecciones en el país, destacando una “extraña coincidencia” de las movilizaciones con “el proceso electoral que se avecina”.
Según denunció, junto a muchos ciudadanos que se manifestaron de forma pacífica y por motivos perfectamente comprensibles, hubo una “minoría” que se infiltró para crear caos y violencia.
“Hemos visto un proceso de destrucción sistemática, organizada, planeada, financiada, para deteriorar las condiciones sociales, políticas y económicas de nuestro país”, aseguró la vicepresidenta, que dijo que “hay gente que pretende llegar al poder destruyendo el sistema vigente”.
AVANCES EN LA PAZ
La canciller colombiana defendió además los progresos en la implementación del acuerdo de paz que se han alcanzado hasta ahora y se mostró muy sorprendida de que algunas delegaciones lamentaran una supuesta falta de avances.
En ese sentido, recordó que el acuerdo de paz fija objetivos a 15 años, de los que ni siquiera han transcurrido 5, algo que también recalcó en una conferencia de prensa el enviado de la ONU para Colombia, Carlos Ruiz Massieu.
Artículo extraído de ElDiario.es.